Mi peregrinar a Consolación en la pasada noche del 7 de Septiembre no era por ninguna promesa gracias a DIOS, era por colaborar y acompañar a la junta de gobierno de mi hermandad. En el peregrinar pues ofrecí mi camino a dar gracias a la virgen por todo lo que Ella me concede en mi vida diaria, pero todo empieza a llamarme la atención por la gran afluencia de peregrinos descalzos, sin hablar, empujando el carrito de su hijo y un largo etc... Me preguntaba¿ que promesa llevaran....?, pero entre todas las personas mi mente se quedaba fría, pensativa , triste...., veréis, me parare a contaros los dos casos que verdaderamente me llevaron a hacer de mi camino un peregrinar:
El primero, era un grupo de unas ocho mujeres que cobijaban a una mujer de unos cuarenta años, la cual llevaba un turbante en su cabeza cubriéndola y no dejando ver el daño que le estaba produciendo su dura enfermedad. Arropada, como si no quieran ni que el viento le llegara, esa mujer caminaba en el centro de ese grupo, grupo formado por familiares y amigas, donde en más de una ocasión se escuchaba un solo rezo y alguna que otra lagrima pidiéndole a la Virgen de Consolación que se acabara la enfermedad y que la dejara algunos años disfrutar del crecimiento de sus hijos. Ahí nació mi primera promesa hacia Consolación, mi primer rezo antes la Señora, mi primera vela encomendándola a la virgen para que le concediera alguna Vida más.
El primero, era un grupo de unas ocho mujeres que cobijaban a una mujer de unos cuarenta años, la cual llevaba un turbante en su cabeza cubriéndola y no dejando ver el daño que le estaba produciendo su dura enfermedad. Arropada, como si no quieran ni que el viento le llegara, esa mujer caminaba en el centro de ese grupo, grupo formado por familiares y amigas, donde en más de una ocasión se escuchaba un solo rezo y alguna que otra lagrima pidiéndole a la Virgen de Consolación que se acabara la enfermedad y que la dejara algunos años disfrutar del crecimiento de sus hijos. Ahí nació mi primera promesa hacia Consolación, mi primer rezo antes la Señora, mi primera vela encomendándola a la virgen para que le concediera alguna Vida más.
El segundo, personas conocidas por mi y rozadas en el seno de mi hermandad. Promesa de madre e hijo pidiéndole a esta tan Milagrosa Virgen como tantas y tantas personas por su marido, por su papa, por ese papa que el día antes tan malo había estado, por ese marido al que lo tumba y con su coraje se vuelve a levantar de su enfermedad. Allí estaba en la salida casi sin poder andar, despidiendo con un beso cómplice a su mujer y a su hijo, deseándole un buen peregrinar. Entre ellos se entrecruzaban las miradas, miradas que tan solo ellos el significado sabrán, poco a poco madre e hijo echaban a andar, madre de promesa, promesa por ver la luz del tunel, por ver una mejoría nada más, donde el silencio se apoderaba de ella en este largo caminar . Su hijo, su fiel compañero , al que con tan solo mirar ya que no podía hablar, le animaba, le llenaba de fuerzas, fuerzas que al hijo le faltaron a poco de llegar, donde por un momento se le derrumbaba su mente, creyendo no llegar, pero ahí nace mi segunda promesa en mi peregrinar, tan solo faltando un Km. y viendo que aquel niño no podía más, le eche mi brazo por lo alto e intentándolo animar, me lo lleve para delante ayudándole a desconectar de su madre, como queriéndole quitar a tan humilde corazón alguna carga para que pudiera llegar. Este joven se armo de fuerza y lo que no sabia que al igual que yo le eche mi brazo en su hombro, unos metros antes de llegar era el brazo de su padre el que su hombro volviera apretar y dándole síntomas de miles de gracias sus labios le postraba en esa humilde y aniñada cabeza que había conseguido llegar, madre, padre e hijo se volvían a encontrar antes tus pies CONSOLACIÓN y casi sin poder andar.
Mi segunda vela y rezo ya sabréis por quienes las eche a volar , volviéndome a encomendar a esta Milagrosa Imagen para pedir insistentemente que no dejara en vano esta humilde promesa de madre e hijo pasar.
LO QUE NOS PASE, QUE SEA PORQUE LA VIRGEN QUIERA......
Septiembre 2009
