Que la Semana Santa está viviendo lo que algunos clasifican como una nueva etapa dorada de su historia, similar a la de finales de los años ochenta y principios de los noventas, época de crisis, es evidente. Junto a la presente devoción de los Sevillanos a las imágenes que representan la pasión de Cristo, este apogeo se debe a un cúmulo de factores- como el fenómeno de las bandas de músicas o la admiración por la forma de caminar de algunos pasos- en el que, en cierta medida también participa la crisis. Las calles vuelven a estar llenas hasta en jornadas donde la afluencia de público decaía en los últimos años, como el Viernes o el Sábado Santo, cuando miles de Sevillanos preferían disfrutar de los primeros baños en las costas andaluzas, escapada sólo reservada ya para algunos privilegiados.Asimismo, las procesiones de glorias van ahora más arropada. Y es que el bolsillo aprieta........... así que tendremos Semana Santa de congregaciones en las esquinas, calles y plazas.
Anónimo.
25 Noviembre 2009
